Ocurra lo que ocurra, lo importante es no soltar el timón, para, de esta forma, no perder el rumbo.
¿Y qué rumbo?
Ese rumbo que cuando lo encontraste te hizo sentir y exclamar:
¿Y qué rumbo?
Ese rumbo que cuando lo encontraste te hizo sentir y exclamar:
¡Este es mi rumbo! ¡El que me está llevando por donde yo quiero ir!
No hay comentarios:
Publicar un comentario