Uno de los estados o situaciones en que es fácil caer es en el aburrimiento.
Normalmente y aunque tenga un “menú” variado en actividades diarias... estas se repiten, cayendo en la rutina y derivando en algunos momentos en el aburrimiento.
¿Y qué puedo hacer para que esto no se produzca? Porque el escenario en el que me desenvulelvo a diario, mi casa, mi lugar de trabajo, compañeros, mi familía, mis amigos, el gimnasio, mi ciudad... no puedo cambiarlo todos los días, son lo que son y salvo pequeñas variantes poco puedo hacer para modificarlos.
El actor que interviene en esta representación del aburrimiento soy yo; aquí si puedo hacer mucho por cambiar… ¿ y qué puedo hacer ...?
Aquí si puedo incidir de tal forma, que todos los días aparezco con un yo nuevo, fresco, dispuesto a hacer frente con una actitud de expasión e integración a todas las situaciones y recibir cada día con mi mejor sonrisa, lleno de energía, ilusionado... dispuesto a disfrutar.
¿Y qué puedo hacer para que esto no se produzca? Porque el escenario en el que me desenvulelvo a diario, mi casa, mi lugar de trabajo, compañeros, mi familía, mis amigos, el gimnasio, mi ciudad... no puedo cambiarlo todos los días, son lo que son y salvo pequeñas variantes poco puedo hacer para modificarlos.
El actor que interviene en esta representación del aburrimiento soy yo; aquí si puedo hacer mucho por cambiar… ¿ y qué puedo hacer ...?
Aquí si puedo incidir de tal forma, que todos los días aparezco con un yo nuevo, fresco, dispuesto a hacer frente con una actitud de expasión e integración a todas las situaciones y recibir cada día con mi mejor sonrisa, lleno de energía, ilusionado... dispuesto a disfrutar.
Todo esto y más... está disponibles en el armario, en mi interior y es mi elección.
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