Dice el dicho: "La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja".
El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar. Nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro, cada latido de nuestro corazón. No trasformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices.
Tenemos a nuestra disposición todos los elementos para ser seres felices, satisfechos y agradecidos por ese gran don (que es la vida), que con tanto amor nos ha sido otorgado.
La vida no hay que ahorrarla... ¡hay que vivirla plenamente...!